Entonces ¿quiere generar un cambio?
Como se describe en la página Acerca de Esta Estrategia, este sitio proporciona orientación práctica y recursos a personas que desean generar un cambio positivo en sus comunidades a través de la organización y el activismo. Este trabajo tiene lugar a través de una serie de acciones coordinadas que se conocen como campaña.
Cuando uno se compromete a dirigir una campaña para lograr un cambio en una comunidad, hay conceptos clave que deben considerarse antes de planificar la campaña.
Entendiendo el poder
Puede que algunas veces sea difícil hablar del poder. Este tema puede incomodar o incluso atemorizar a las personas. No obstante, como alguien que desea cambiar las cosas en su comunidad, es importante ilustrar sobre las numerosas maneras como los intereses poderosos conforman la forma en que vivimos. Asimismo, necesitamos descubrir cómo la ciudadanía puede trabajar en conjunto para desarrollar un tipo diferente de poder para efectuar los cambios que queremos ver. Es importante darse cuenta que la razón por la que las cosas son como son, es a menudo porque ello redunda en el mejor interés de las personas o grupos poderosos. Son numerosas las maneras en las que pueden intentar mantener el poder: el control del gobierno, las demostraciones de fuerza y el acceso al dinero o a la riqueza son algunas de las más obvias. Pero aunque parezca imposible tomar medidas cuando se enfrentan fuerzas tan poderosas, ustedes pueden fortalecer su propia capacidad de ejercer influencia y abrir posibilidades de cambios que mejoren su comunidad. Tienen que estar preparados para unir fuerzas con otros que tengan objetivos similares para actuar colectivamente. También tienen que desarrollar su propio conocimiento y confianza y la de sus compañeros activistas, para que cada miembro del grupo se sienta preparado para asumir los retos del cambio.
Puede ser útil considerar tres formas diferentes que el poder puede adoptar: visible, oculto e invisible. El poder visible se refiere a las disputas por intereses que se ven en los espacios públicos o en los órganos formales de toma de decisiones. Por ejemplo, decisiones adoptadas en las legislaturas, los órganos de gobierno local, las asambleas locales o los foros de consulta. El poder oculto se utiliza para los intereses creados o para mantener su poder mediante la creación de barreras a la participación y la exclusión de la arena pública. Entre los ejemplos de este tipo de poder se encuentran las decisiones tomadas por las élites o los dirigentes políticos a “puertas cerradas”, sin consulta pública. El poder invisible es la forma como las ideologías y los valores dominantes afectan la conciencia de las personas sobre sus derechos e intereses. Esto se refiere a contextos en los que las personas pueden no ser conscientes de sus derechos o de su capacidad para expresarse, y pueden llegar a considerar naturales las formas dominantes de poder visible y oculto, las cuales, por tanto, no se cuestionan ni se ponen en duda. Es posible que en sus campañas se encuentren con uno de los tres tipos de poder ya mencionados.
Como personas con la visión de una mejor comunidad, usted ya ha establecido una base para su activismo. Aunque no posean riquezas ni control gubernamental, ustedes tienen la capacidad de imaginar el cambio que quieren ver, aun cuando ello requiera alguna lucha. Sus ideas pueden desencadenar un proceso para lograr cambios importantes en sus comunidades.
Es posible que las personas que detentan el poder no los tomen en cuenta debido a los estereotipos negativos, tales como: la edad o experiencia. Por ejemplo, ustedes pueden descubrir que algunos líderes y lideresas afirman que están siendo inclusivos con los jóvenes, pero tal vez solo se trate de interacciones casuales que tienen lugar a la discreción de dichos líderes o lideresas. Esto resulta común en la política formal y a menudo puede hacer que los jóvenes se sientan desanimados, frustrados y marginados. Como parte del ejercicio de liderazgo, les corresponde a ustedes ayudar a otros a combatir los sentimientos de apatía o desinterés con trabajo por el sentido de esperanza, solidaridad y la sensación de que pueden ser agentes de cambio y marcar la diferencia.
Los líderes y las lideresas son personas que proporcionan una visión para inspirar y motivar a otros a trabajar hacia un objetivo común. El liderazgo puede provenir de cualquier escenario social. Quizá ya ustedes hayan dado algunos pasos que son esenciales para un liderazgo efectivo. Han identificado un problema o cambio que quisieran ver en sus comunidades. Tal vez, incluso ya han empezado a emprender acciones para abordarlo. Pero, como ya hemos indicado, probablemente ustedes no tengan éxito por su propia cuenta, tienen que motivar a la gente para que trabaje con ustedes.
A veces puede parecer una batalla ardua, pero como ciudadanos, tienen la capacidad de moldear sus comunidades intentando influir en la toma de decisiones de los líderes electos por el voto popular y los servidores públicos. Pero no deberían intentar hacerlo solos. La clave para lograr ese cambio es convocar a la ciudadanía alrededor de una visión común y trabajar de manera coordinada para alcanzarla.
Para obtener más información sobre temas relacionados con la discriminación por motivos de edad y el liderazgo de los jóvenes, y orientación sobre cómo hacerles frente, pueden consultar los siguientes recursos:
Creación de relaciones y estructuración del liderazgo
Cuando se trata de hacer cambios, rara vez pueden lograr sus objetivos por su cuenta. Piensen en el asunto o problema que les está llamando a emprender acciones. ¿Cómo afecta este asunto a otras personas de su comunidad? ¿Cómo pueden alentar a esas personas a que se unan a sus esfuerzos? ¿Por qué es ahora el momento de impulsar el cambio? Puede que descubran que los demás se sienten desanimados por los fracasos anteriores o no confían en sus propias capacidades. Como líderes y lideresas depende de ustedes involucrarse con las personas de su comunidad y motivarlas a participar durante el tiempo que sea necesario para lograr su objetivo.
Al trabajar con otras personas, ejercen más poder del que tendrían si actuaran por su cuenta. Un beneficio de la acción colectiva es la demostración del apoyo popular que aporta a su asunto. Si se organizan, los grupos de personas pueden utilizar sus números para presionar a los que están en el poder para que apoyen sus temas prioritarios. El otro beneficio, tal vez más importante, es que al trabajar en conjunto en pro de un objetivo común, la ciudadanía desarrolla vínculos, a veces denominados capital social, que pueden servir para dinamizar y unificar las comunidades, y alentarlas para que se mantengan activas en el largo plazo.
Los equipos de liderazgo pueden ofrecer el mejor marco para ayudar a las personas a trabajar juntas. Un equipo de liderazgo interdependiente ayudará a fortalecer las relaciones entre los activistas. También asegurará que la campaña no sufra por tener un líder sobrecargado de trabajo o por falta de dirección como resultado de tener demasiadas personas a su cargo. En un equipo de liderazgo interdependiente, los miembros de la comunidad pueden asumir cada uno una responsabilidad, pero ninguna persona tiene el poder de dominar a todo el grupo. En este marco, el organizador (¡Esos son ustedes!) se encarga de identificar a otras personas que se comprometan con objetivos de cambio similares para que desempeñen funciones de liderazgo en diferentes aspectos de la campaña.
Preparándose para una campaña
El trabajo cotidiano de cambio de una comunidad tiene lugar a través de una serie de acciones coordinadas llamadas campaña. Las campañas proporcionan un marco para establecer objetivos, identificar metas, aliados y oponentes, identificar puntos de entrada a políticos y planificar acciones.
Esta estrategia hace hincapié en los diferentes puntos del proceso de planificación de una campaña y su puesta en marcha. Pasemos a la siguiente sección, Organicen la campaña, para comenzar a idear y definir el cambio que sus comunidades requieren.